En el caso de los vinos espumosos, como el tapón tiene que soportar una alta presión, el diámetro puede ser de hasta 31 mm. El tapón de cava tiene forma de seta con un cuerpo cónico inferior y un cuerpo ovoide superior. Una vez puesto en la botella puede tener un tiempo de vida de 25 años.
Fue la necesidad de tapones para el champán del siglo XVII que extendió la utilización del corcho en detrimento de otros tapones de madera o de caña impregnada en aceite.
En la base del tapón se estampan unas marcas para distinguir el tipo de vino espumoso: